Laciana al revés. Éste es un blog de fantasía sobre un mundo que no se corresponde con la realidad, pero cuyos contenidos muchos lacianiegos desearíamos que fueran ciertos.

martes, 13 de enero de 2009

Empresa de recogida de contenedores de escombros

Se recuerda a los lectores de este blog, por si no lo han percibido, que las entradas aquí escritas son inventadas y algunos datos no corresponden a hechos ocurridos en la vida real.

De casi todos los lacianiegos es conocido el desazón que durante un tiempo produjo en la comarca el vertido incontrolado de escombros y otros restos incluso tóxicos que la empresa Exmivasa estaba realizando con la mayor de las pachorras, desoyendo incluso la voz de protesta de un pueblo entero, como fue el caso de la Comisión de Vecinos de Caboalles de Arriba.

Pero la obstrucción del Camino Real de Caboalles a su paso por Los Qu
iñones no era el único vertedero improvisado que esta empresa tenía en el valle, porque sus camiones rápidamente encontraron otros puntos donde depositar absolutamente de todo.

Es obvio que alguien tiene que ejercer la tarea de recogida de escombros de obra para darles una salida. Es lógico que tenga que haber algún lugar asignado como vertedero, para elementos que no son reciclables. Y sería una insensatez pretender que todo esto deje de e
xistir. Pero hay que seguir un protocolo y hay que evitar perjudicar a los vecinos o al medio ambiente. Ello es posible, pero tiene un coste más elevado y genera unos beneficios menores que cuando los vertidos se hacen a la buena de dios en cualquier reguero o rincón escondido. Porque se desconoce los efectos que elementos tóxicos pueden producir a medio o largo plazo en el entorno del vertedero donde se han depositado o incluso en los acuíferos y manantiales cercanos. Con la salud de la gente no se puede jugar, pero para ello hace falta tener unos básicos principios éticos, que parece que la empresa Exmivasa no parecía poseer.

Y aunque los residuos no sean claramente tóxicos, simplemente por una cuestión de orden y de estética no se puede habilitar un vertedero en el primer sitio que a uno se le ocurra. Está en juego lo más valioso del valle
de Laciana, que es su paisaje, y ese precio tan alto no se puede pagar habiendo otras alternativas saludables.


Fruto de este enfado bastante generalizado surgió una idea de un grupo de amigos, que fue gestándose hasta convertirse en una realidad: la creación de una pequeña empresa de recogida de contenedores de obra por tres vecinos de Laciana. Un proyecto de poco presupuesto, con muchas energías, ganas y sin un afán de enriquecimiento. Senén Gutiérrez, uno de sus creadores, nos cuenta que "ya estábamos hartos de tanta chulería, no podía ser que estos señores nos llenaran el valle de porquería donde les viniera en gana y que encima ni nos escucharan cuando les pedíamos cuentas. Nosotros no buscamos hacernos ricos con esto. Lo que se gane, bien ganado está, pero estamos siguiendo todos los pasos que exige una tarea de estas características, empezando por contar con un vertedero que cumpla con todas las normativas. Además, no hemos destruido empleo porque algún conductor de Exmivasa ahora trabaja con nosotros, y mucho más contento."

Según Luis Álvarez, otro de los socios emprendedores, "la gente está contenta con nosotros, pagan algo menos de lo que pagaban a Exmivasa, y saben que los materiales que nos dan no van a perjudicar al valle ni son una amenaza para la salud de sus hijos en el futuro. De momento llevamos ya unos meses funcionando y nos da para vivir. No pretendemos comprarnos un Ferrari y por eso vivimos tranquilos, hacemos las cosas bien y nos vamos a la cama por la noche con la conciencia muy tranquila. Que eso es muy importante."

Primera fotografía: un camión de Exmivasa vertiendo sin permiso restos de obra, como uralita, altamente tóxica

Segunda fotografía: detalle del mismo vertedero, que como se ve no son simplemente desechos de obra. (pulsar en las imágenes para ampliar).


Datos personales

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Voy a sincerarme: yo, en realidad, procedo de un planeta habitado más allá de la Galaxia de Poseidón, que nosotros llamamos Tyugjerk. Llevábamos ya un tiempo monitorizando la evolución del valle de Laciana, del que estaba haciendo una tesis doctoral, pero hemos decidido actuar viendo que la cosa estaba alcanzando unos niveles desquiciantes. Por eso fui teletransportado a Caboalles de Arriba.

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